El reto técnico aquí radica en la unión de una subestructura de madera funcional con un revestimiento exterior rígido. Dado que la madera es un material natural que reacciona a la humedad y a las variaciones de temperatura, el montaje de los paneles de fachada debe realizarse de manera que no se produzcan tensiones. Esto garantiza que la subestructura de madera y los paneles HPL armonicen de forma duradera y que el aspecto se mantenga impecable durante décadas.
Un detalle decisivo para la durabilidad de la fachada es el tipo de fijación. De acuerdo con las especificaciones técnicas, los orificios de los paneles de la fachada son considerablemente más grandes que el diámetro de los tornillos utilizados. Estos puntos de deslizamiento permiten que el panel se expanda o contraiga mínimamente en caso de diferencias extremas de temperatura, sin que se produzcan grietas o deformaciones. Para este montaje preciso se utilizan exclusivamente tornillos especialmente certificados, que se adaptan exactamente a este sistema. De este modo se garantiza que toda la construcción permanezca siempre estable y sin tensiones, a pesar de los movimientos naturales del núcleo de madera.
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